La evaluación es una nueva situación de aprendizaje

La evaluación es una nueva situación de aprendizaje



Una nueva concepción de la evaluación, supone un cambio de mentalidad en la relación profesor alumno: aceptar la evaluación es una nueva situación de aprendizaje. Esto supone que es necesario trascender los conceptos tradicionales y sobre todo cambiar de formas de actuación en las aulas. Con alumnos adultos, relacionados con la Formación Profesional Ocupacional, el desafío se hace mucho más evidente y la solución del problema absolutamente imprescindible.
Es necesario en primer lugar diferenciar claramente los conceptos de evaluación, examen, control, medición, calificación, etc. La evaluación continua los engloba a todos, siempre que profesores y alumnos definan, entiendan, deseen y se esfuercen en lograr un cambio de actitudes.
Es muy fuerte el impacto que décadas de exámenes, oposiciones, controles, etc., han dejado en la sociedad como para que resulte fácil un cambio rápido y eficaz en la cultura evaluadora del sistema educativo. No obstante, le eficacia que nos pide el cambio tecnológico y laboral, exige al mismo tiempo un radical cambio de actitudes y de métodos que logren que los controles de calidad de programas, contenidos, logros y procedimientos, afecten a todos los componentes del sistema educativo.
El alumno debe integrarse en todo el proceso, incluidos los controles, exámenes y pruebas, con el fin de participar plenamente de su propio aprendizaje. Es necesario por ello que distinga entre lo que es la evaluación como búsqueda de información, como almacenamiento de la información, utilización de lo almacenado, interpretación de los datos, nota, calificación, informes, recuperaciones, y en fin lo que es la mejora o reorientación del proceso.
En nuestros esquemas mentales tradicionales, el término «control» tiene unas connotaciones excesivamente restringidas y rígidas. De hecho y en la mayoría de los casos, lo que el profesor controla no es el aprendizaje del alumno, sino si cumple o no con algún tipo de requisitos o aspectos externos: Asistencia y puntualidad, disciplina, estudio de la lección, etc. Sin embargo, el fundamento principal de que el profesor desempeñe su función de controlar el proceso, está en la necesidad de realimentar (feedback) constantemente dicho proceso, en función de las necesidades de aprendizaje del alumno, y con el fin de facilitarle su labor.
La búsqueda de información se puede hacer de múltiples formas. En otro lugar de este texto se afirmaba que todo sistema posee la cualidad de la equifinalidad. Lo podemos aplicar en este momento, afirmando que se puede evaluar de infinidad de maneras, y que al mismo tiempo no debemos fiarnos de una sola o de unas pocas apreciaciones o datos. Cuantos más datos e informes, mejor podremos considerar una situación y valorar los resultados.
En nuestro propio historial hemos vivido la nefasta experiencia de jugarnos «a una sola carta» una asignatura, curso, carrera, profesión o vida laboral. Esto, en una nueva acepción de la evaluación puede ser absolutamente inadmisible. Los tests, las pruebas y los exámenes deben reportar datos que sirvan para diagnosticar con una finalidad muy clara: que el alumno aprenda.

La evaluación debe modificar las estructuras


El profesor, debe poseer una serie de habilidades y comportamientos que le permitan ejercer su función de controlar el aprendizaje.


  • Capacidad para provocar en todo momento retroinformación del proceso.
  • Sensibilidad para recoger en cada situación toda la información posible. La sensibilidad, al igual que toda habilidad humana, puede ser adquirida. Cuanto más recopilamos información, más facilidad tenemos para encontrarla. No hay mejor forma de «ver las cosas», como tener motivación, experiencias y hábitos adquiridos para verlas.
  • Habilidad para analizar las consecuencias de dicha información. Otro aspecto de la sensibilidad es el análisis de situaciones. Pocos elementos existen en el aula que recaben la atención del profesor más que un mal comportamiento: llegar tarde, cuchicheos, falta de atención, inconvenientes contestaciones, preguntas capciosas… Lo dificultoso, y escaso de encontrar en las aulas, es que el profesor ponga su esfuerzo interpretativo en analizar las situaciones positivas: buena disposición a aprender, motivación, respeto entre los compañeros, relaciones interpersonales, capacidades ya aprendidas, etc.
  • Creatividad para orientar el proceso de acuerdo con las necesidades. En cada momento el profesor tomará la decisión, muchas veces improvisada que obtenga los resultados apetecidos.
  • Recursos suficientes para utilizar la información recibida en el mejoramiento de las actividades, reajustando los planes, métodos y medios en el momento de la clase, si es necesario.

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